Las jirafas y el hombre

Las jirafas no se consideran una amenaza para los seres humanos. A muchas personas les encanta su dulzura así como el hecho de que son tan diferentes al resto de los animales.

Suelen atraer gran atención cuando están en cautiverio, sin embargo, lo que pasa con ellos en su hábitat natural suele ser otra historia, pues generalmente las buscan para cazarla.

Muchas personas se sorprenden al enterarse de que la caza de la jirafa es una práctica común en África. Son considerados como animales exóticos y hay a quienes les encantaría tener sus cabezas de trofeos. La caza con guía en África les da dinero a los aldeanos que de otro modo estarían viviendo una pobreza severa. También se les caza por su cola, la cual es considerada un amuleto de la buena suerte y para hacer matamoscas.
La piel de la jirafa es mucho más gruesa de lo que parece, por sus tamaños y formas a mucha gente les agrada.

En algunas zonas de África las jirafas son asesinadas por su carne. Se dice que este tipo particular de carne no es de un sabor muy bueno ni tan completo nutricionalmente como otros animales. Sin embargo en las áreas de extrema pobreza la consumen como una fuente de carne.

La destrucción de las áreas donde viven es un problema común. Los seres humanos destruyen sus tierras sin pensarlo dos veces al cortar los árboles o construyendo carreteras, aunque haya medidas de protección.

Las jirafas gustan a muchas personas y están entre sus animales preferidos. Van a los zoológicos a verlas y a ampliar sus conocimientos sobre ellas. También los científicos las han investigado con detenimiento, no obstante todavía hay mucho que descifrar, fundamentalmente sobre su sistema de comunicación. Tampoco se sabe mucho sobre su proceso de evolución.

Los seres humanos y las jirafas parecen ser capaces de vivir en armonía, solo se necesita que ellos detengan la destrucción de su hábitat natural, si esto no ocurre terminarán en peligro de extinción como tantos otros animales en el mundo.